Los U’was en la Sociedad
Colombiana: Como el Desarrollo Occidental acabara con el Medio Ambiente y
Terreno Histórico de la tribu U’wa. Sera que el Desarrollo Contemporáneo tiene
un Efecto Nefasto sobre la Sociedad Colombiana?
Figure 1 - Minería y Miseria: Grafiti En Chapinero
En su visión y política para la ciudad de Bogotá,
el alcalde Gustavo Petro cuando asumió su cargo estableció un Plan de
Desarrollo Distrital Bogotá Humana[1]
con el fin de “reducir la desigualdad y la discriminación social, económica y
cultural” (p2). Palabras nobles y algo positivamente revolucionario para una
ciudad impregnado con la prepotencia y racismo heredado por divisiones creados
y propagados por generaciones de linaje colonial. Si tomamos el ejemplo de los
deseos del alcalde Gustavo Petro en cambiar el concepto de ciudadanía en la
ciudad capital, como aplicamos el pensamiento a las regiones en un país muy
centralizado y regionalista? Está bien establecido por pensadores recientes que
los españoles dejaron lo peor de su sociedad en la Nueva Granada, lo del
latifundista, pero lo que estamos viendo en cuanto a nuevos imperios es quizás
algo más aterrador, la explotación absoluta de lo que existe en el subsuelo a
un costo irreparable al medio ambiente y a las culturas pre españoles en el
buen nombre del “progreso”, la “modernidad”, “la cultura” y el “desarrollo”.
Tomamos el ejemplo de la población U’wa ubicada en
la zona fronteriza entre Colombia y el país vecino de Venezuela. Son una tribu
de indígenas que viven en los bosques nublados del noreste de Colombia en la
zona del Norte de Santander. Su batalla de existencia está en contra de la
empresa Occidental Petroleum. Podemos decir que desde el siglo pasado la lucha
de os U'was para salvar sus tierras y su modo de vida ha sido un tema muy
debatido alcanzando las páginas de la prensa internacional y afectando la ética
de estudiantes liberales y ONGs a través del mundo. Los U’was, como muchas
otras tribus indígenas de Colombia, han sido objeto de intentos de colonización
y conquista a lo largo de la historia. A la llegada de los conquistadores
españoles en Colombia hace varios cientos de años, esclavizaron a muchos
indígenas a trabajar como mineros de oro para ellos. En lugar de verse
obligados a destruir los terrenos que a su juicio eran parte de su familia,
miles de U’was se suicidaron. En el siglo pasado, los U’was han caído
continuamente víctima de enfermedades europeas, la violencia de la tierra y la
propiedad de los recursos naturales, la pérdida forzosa de sus tierras, y los
intentos de convertir a las manos de los misioneros católicos. En la primera
parte del siglo XX hubo 20,000 U’was[2],
sin embargo, en la actualidad, la tribu es de sólo unos 5000 personas. Una tragedia.
Todo eso en el buen nombre del progreso y de
“civilizar” una población “inculta”.
Entonces, que es el progreso y quien es el
personaje fáustico quien empuja la venta de la tierra a las empresas
multinacionales sin considerar a las consecuencias? Pues, sería muy fácil de
decir que la administración actual del Presidente Juan Manuel Santos está muy
ocupado en ofrecer gangas territoriales, pero en realidad, la practica ha sigo
en progreso desde hace mucho tiempo. El Presidente esta apenas siguiendo el
modelo del mundo occidente o mejor dicho desarrollado. Existe “una fiebre
minera[3]”
en Colombia.
El deseo del ser humano de obtener y seguir en su
lucha casi eterna de conseguir una “felicidad” es la búsqueda de una situación
cada vez más consumista que supuestamente lleva a una vida más cómoda y más
avanzada. Cada vez podemos opinar que Colombia mira con envidia y ojos golosos
del progreso industrial del vecino de Brasil y en si va de cortejo a los
mercados Europeos, Norte Americanos y Asiáticos con los productos naturales
para alcanzar los lujos contemporáneos.
Pero, debe Colombia tener a las sociedades arriba
mencionadas en la mira?
Si tomamos dos ejemplos de sociedades “avanzadas”
y “cultas” las cuales están citadas siempre como ejemplos de modernidad e
igualdad, los países de Inglaterra y Suecia, miramos si los modelos sirven para
el desarrollo en Colombia.
Supuestamente Suecia representa una sociedad
exitosa en términos de igualdad, falta de pobreza y modernidad. Pero, entonces
por qué sufrió de manifestaciones violentas en Estocolmo en el Mayo pasado? La
razón por las manifestaciones ha sido un resentimiento hirviendo desde los años
80 (cuando ocurrieron las últimas manifestaciones aquí). De hecho, existe una
desigualdad grave en Suecia, pero la brecha no es tanto entre los ricos y los
pobres pero entre los que tienen empleo y los que no. Y con frecuencia se trata
de una división étnica. Como el autor Fredrik Segerfeldt[4]
señala en un nuevo estudio, Suecia tiene la mayor brecha en el empleo entre
nativos y extranjeros de todos los países ricos, donde se dispone de datos. Solamente
el 6,4 por ciento de los suecos nativos están desempleados, pero casi el 16 por
ciento de los inmigrantes son.
Y si tomamos el ejemplo de Inglaterra que vio
manifestaciones desastrosas en Londres en 2011, las autoridades y pensadores
han dicho que fueron una reacción de unas “familias olvidadas”[5]
por la sociedad y política contemporánea.
Así son las sociedades ejemplares las cuales tiene
Colombia en la mira. En todo caso, los ejemplos de Inglaterra y Suecia son
casos diferentes, en sociedades supuestamente avanzadas, con todas las
comodidades, pero los dos países pertenecen a sociedades que están en una
situación “post religioso”. No decimos que la religión nos va a salvar todos,
pero, lo que significa que el culto de consumismo ha ocupado la primera fila de
nuestra existencia. Solamente tienes que mirar el diseño de la destrucción en
las manifestaciones de Londres, durante las cuales, los jóvenes atacaron
tiendas para robar teléfonos celulares y ropa de marcas costosas. Los ataques y
la delincuencia demostraban una envidia materialista y falta de espiritualismo.
Colombia por el hecho que todavía existen varias
comunidades indígenas en su territorio tiene la oportunidad de reconectar con
su espiritualismo de una pacha mama, y recordar a quien pertenece la tierra y
por qué. Eso es una condición que no existe ni en Inglaterra ni en Suecia.
Pero, con tantos recursos en existencia en
Colombia desde esmeraldas a carbono y tungsteno, como puede el gobierno
desterrar a las mafias mineras, hacer un censo y fiscalizar todas las minas en
el país?
Los U’was representan no más que otro pueblo que
por mala suerte están ubicadas y situadas sobre una riqueza. Son los dueños de
su tierra.
Hoy los U’was sólo puede reclamar la propiedad a
menos del 15 por ciento de su territorio original. En 1661, el Rey de España
expidió una Escritura Real sobre la tierra que dio a los “derechos del suelo y
el subsuelo de su territorio ancestral” a los U’was (www.ran.org). Luego, en
1873, el gobierno colombiano anunció que todos los minerales subterráneos eran
propiedad del Estado, con la excepción de aquellos derechos que fueron
otorgados con anterioridad por el Rey de título de propiedad de España. Hoy en
día, el gobierno opta por ignorar los derechos legales de los U’was a toda esta
zona y sólo reconoce menos del 15 por ciento de su territorio original. La
reserva no está reconocida por el gobierno sobre un área continúa de tierra,
pero se compone de una reserva grande y otras parcelas dispersas. La
fragmentación de su territorio ha obstaculizado sus métodos tradicionales de la
agricultura itinerante sustentable.
Con el fin de evitar conflictos como los de los U’was
y otros grupos indígenas que participan en las batallas con las compañías
petroleras, los cambios a largo plazo deben tener lugar en nuestro paradigma
actual de uso de recursos. La verdadera solución al problema de los U’was está
basada en la reducción de nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Sera
fácil de decir que es toda la culpa de países como los Estados Unidos, pero en
realidad cualquier país hoy en día posee un hambre para los combustibles
fósiles, Colombia también. Sabemos que el petróleo destruye la diversidad
cultural y biológica, devasta ecosistemas frágiles, conduce a la contaminación
tóxica y otras cuestiones de justicia ambiental en las comunidades donde los
combustibles fósiles son refinados y, finalmente, al quemar los combustibles
fósiles, que desestabilizan el clima global.
Si bien estos objetivos a largo plazo se trabajan hacía,
los U’was debe continuar su lucha en contra la Oxy. La única forma en que podrá
Oxy suspender su perforación es si se sienten bastante presión de los
inversores estadounidenses a sentir que su reputación está en juego. A través
del uso de las emisiones y publicaciones de medios alternativos, capacitaciones,
acciones directas y demostraciones, el público de EE.UU. y Colombia tienen que
tomar conciencia y enojarse con el tema. Entonces la presión sobre Oxy podría
montar notablemente suficiente para que las voces U’was sean escuchadas.
Pero, como siempre existe un abismo entre la
realidad y los que esta reportado en la prensa cotidiana. Leemos solamente lo
que queremos leer y los dueños de los periódicos, canales y noticieros tienen
su propia ética abusiva de las noticias. Entonces, cuando escuchamos o vemos o
leemos un reportaje que se trata del tema de los U’was o, cualquier pueblo
indígena, tenemos que aprender cómo interpretar la noticia. Las noticias que
salen al dominio público están producidas con un mercado específico en mente, y
es un mercado de una sociedad occidental y de educación occidental con
creencias y políticas distintas al pueblo indígena. Miramos no más al reportaje
del New York Times[6] del Mayo
de 2006 en la cual el periodista sugiere que el pueblo indígena Nukak Maku,
tradicionalmente nómadas de la región del Guaviare, quiere salir de la selva y
adoptar la vida de la sociedad occidental en las ciudades y pueblos. Su
entrevista fue basada en el testimonio de un miembro joven del Nukak Maku quien
habla casi perfectamente el castellano. Pero, la opinión del Nukak Maku
entrevistado no es la opinión de todos, pero desafortunadamente, un título
alarmante de un reportaje vende periódicos, y así es. La situación me ocasionó
mucho interés y como periodista fui a entrevistar a miembros del Nukak Maku en
su campamento de desplazamiento en Aguabonita en las afueras de la ciudad de
San José del Guaviare. Escribí un reportaje[7]
sobre el tema y aprendí una versión de la verdad de su situación allá. Es todo
sobre la interpretación del individuo, y así podemos ver el caso de los U’was también.
Los U’was como cada pueblo original de una tierra
tiene su forma de vivir, pero, la hegemonía del desarrollo internacional, la
expansión de un solo lenguaje, el deseo de hallar el país a un nivel
“respetado” e igual a países considerados como avanzados esta al detrimento de
las personas originales del terreno.
Con el afán de acceder a la mesa alta de los
ricos, Colombia está perjudicando a su herencia y está corriendo el riesgo de
callar un cultura antigua que puede permitirnos entender la naturaleza, la
espiritualidad y ofrecer un contrapeso de la sociedad consumista y globalizada
que amenaza sofocar la independencia e individualidad que hace tan interesante
cualquier país.
Pero, como puede la voz de un pueblo indígena para
el progreso de una fuerza de la naturaleza como las empresas mineras? En Colombia hoy en día existen numerosos
contratos mineros[8] en parques
nacionales naturales, en zonas bien delicadas y en zonas donde habitan muchas
personas. Las consecuencias sobre la naturaleza y la salud de la población son
sin límites.
Obviamente la defensa presentada por la empresa
Oxy y también divulgado por los con intereses en el gobierno Colombiano es uno
de “progreso” en la región. Podemos hacer una referencia al libro del autor
estadounidense Jonathan Frantzen en su libro “Freedom” o “Libertad” (2010)
cuando habla de un proyecto ambiental pero que tiene que “destruir la
naturaleza para protegerla entonces.”
Y así comportan las empresas mineras también. Con
promesas de educación, modernidad, carreteras y comunicación, empujando una
comunidad de los tiempos oscuros y trayéndolas a la situación nuestra en los
centros urbanos.
Pero qué derecho tenemos de imponer nuestra forma
de vivir sobre una población que ha existido eones en una situación beneficiosa
a ellos mismos sin la interferencia del mundo occidental?
La constitución Colombiana de 1991 exige que el
país proteger a todas de las 84 tribus indígenas aquí pero el estado Colombiano
también tiene una obligación y quizás podemos decir un deber de desarrollar los
recursos existentes para el beneficio de toda la población. Allí está el
conflicto. Entonces quedamos con una
enigma de una situación donde tenemos los deseos del estado en contra de la
negación de los U’was en contra de las recompensas económicas del desarrollo.
En breve, los U’was no quieren nada ofrecido por la sociedad neoliberal de hoy
en día. Pero, como sabemos, están billones de dólares en juego. Que pueden
hacer una tribu semi-autónoma con tierra protegida en contra del hecho que no
son los dueños del subsuelo y no tienen los derechos de los minerales.
La vida de los U’was esta liada completamente a su
entorno natural. Todavía practican la agricultura de roza y quema y mueven sus
cultivos entre las tierras altas y bajas en cuanto a la temporada. En realidad su mundo y su sociedad nunca
cambian y así es el contraste con la sociedad occidental que está en un estado
continuo de flujo y cambio.
La palabra de los U’was para el petróleo es “ruiria”
y representa la sangre de la madre tierra. Sacar la sangre de la madre tierra
es de violar su mundo espiritual. Probablemente la violación de los derechos y
del mundo espiritual y ecológico de los U’was continuara en marcha. Como puede
enfrentar unas pocos individuos en contra de las fuerzas del mercado
internacional y el progreso occidental?
Ganó Fausto.
Bibliografía
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Bryant, B. 2000. Environmental Advocacy: Working for Economic
and Environmental Justice.
Chelala, Cesar.
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Vidal, John. (1997,
October 12). A Tribes Suicide Pact. UK
Guardian Weekly
[1] Plan de Desarrollo Distrital Bogotá
Humana 2012-2016: http://www.bogotahumana.gov.co/images/PDF/acuerdo489de2012pdd.pdf
[2] Project
Underground. (1998, August). Blood of
our Mother: The U’wa People, Occidental
Petroleum and the Colombian Oil Industry.
[3] Ronderos, Maria Teresa: Semana, 6
Septiembre 2011: La fiebre minera se apoderó de Colombia. http://www.semana.com/nacion/articulo/la-fiebre-minera-apodero-colombia/246055-3
[4] Segerfeldt,
Frederik: the Wall Street Journal, 27 Mayo 2013, Sweden's Real Equality
Problem. http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323855804578509210305407152.html
[5]England
riots: Days of looting, arson and violence. By Julian Joyce and Holly Wallis
Marzo, 2012 http://www.bbc.co.uk/news/uk-17522870
[6]
Juan Forero, New York Times. Leaving the Wild, and Rather Liking the Change http://www.nytimes.com/2006/05/11/world/americas/11colombia.html?_r=1&oref=slogin
[7]
Richard McColl, BBC Online: Nukak dispossession highlights Amazonian tribes'
plight http://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-11331508
[8] CIPER. Los Mayores Duenos de Propiedad Minera
en el Pais. http://ciperchile.cl/multimedia/29980/
por Richard McColl
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